Shimshon Zamir
La semana pasada hubo elecciones en ISRAEL.
Por muchas razones, fuera de ISRAEL había espectación por conocer los resultados…
Pero la población ISRAELÍ no decepcionó… y esta vez votó de manera distinta…
Para entenderlo, para quien no vive en ISRAEL es necesario primero leer algunas frases sobre la estructura de la sociedad en este pequeño ( pero complicado ) País.
Dado que es mas fácil analizar a la población Árabe que a la Judía, por ser la primera una minoría (significativa, pero minoría al fin y al cabo) comenzaré por ella…
Los «Árabes» (un 21% de la poblacion ISRAELÍ) son una mezcla de la población original que vive desde hace centenares de años en los montes del centro del País, mas una cantidad de «infiltrados» despues de que los Ingleses conquistaron Palestina en 1917 y se la arrebataron a los turcos, mas una serie de tribus nómadas que generalmente viven en el sur del País, denominadas «Beduinos».
Tienen en común dos temas: Su ser MUSULMANES, y el destino conjunto que les otorgó el ser la minoría demográfica en ISRAEL.
Ello provoca una especie de «compromiso» entre sus miembros, que exige cierta lealtad, y por ello, en circunstancias de elecciones, quien no otorga un voto general a favor de listas «Árabes», otorgando la votacion a favor de partidos de la mayoria Judia (los «Sionistas») es visto como un traidor al colectivo. La otra opción es no votar, abstenerse.
El tema del «compromiso» es relevante también en la mayoria Judía… pero con mas divisiones internas.
La primera es entre los Religiosos Ortodoxos y los Judíos Laicos. Los primeros conservaran su «lealtad» a las agrupaciones políticas que los representan a lo largo de las generaciones, porque esos partidos se ocupan de presionar en la sociedad general en beneficio de los intereses culturales de sus votantes (en este caso… colegios religiosos, presupuestos, caracteristicas religiosas en la sociedad, etc) y un posible voto a favor de partidos laicos es visto tanto por su entorno social como por el votante mismo como una «traición» al grupo.
A lo recién nombrado se agrega la distinción entre corrientes Ortodoxas «Europeas» (Ashkenazis) y Orientales (Mizrahim) que impulsa al votante Ortodoxo a poner su papeleta en favor del partido que representa tanto a los intereses religiosos como a los intereses grupales particulares. Pero esos partidos tienden a ocuparse mas de asuntos religiosos que políticos… a diferencia de un tercer grupo de votantes religiosos es el de los Ortodoxos colonizadores (aquellos que viven en los territorios ocupados por ISRAEL en 1967).
Estos, mas allá de su identificacion Ortodoxa también tienen intereses «locales» de defensa (así como profundización) de los logros de su colectivo, a nivel de viviendas, presupuestos, educación, en esos territorios, logros que, evidentemente, serán segun su visión mejor «defendidos» por partidos propios dirigidos por habitantes de la zona… y el voto a favor de otros partidos (también si son Ortodoxos) disminuirá la posibilidad de defender esos logros. Por ello, la «lealtad» eleccionará a los electores a un voto colectivo a favor de los partidos «locales».
Pero estos partidos, que se consideran a sí mismos «defensores de un ISRAELISMO activo», tambien adoptan posiciones anti-Palestinas ( y en parte anti-ARABES) bastante extremistas…
Completamente del otro lado del campo electoral estan aquellos votantes que pertenecen al ala izquierdista (socialdemócrata). A su cabeza, aquellos votantes que hace 60-80 años eran marxistas ( o cercanos a ello) en las sociedades comunistas agricolas denominadas «Kibutz», e historicamente, también cuando tenían mas influencia (hace 60 años) y cuando tienen menos (ahora) ven como un «pecado» poner una papeleta a favor de otros partidos y, por supuesto, una «traición» a los ideales sociales a la luz de los cuales construyeron su «sociedad mejor».
También ellos, por lo tanto, votarán en forma colectiva… y sus representantes parlamentarios cuidarán de los intereses particulares del grupo que incluyen la defensa de los logros de los agricultures y su nivel de vida.
Mas hacia el centro del espectro político estarán las listas «liberales», grupos compuestos históricamente por los descendientes de los Judíos originarios de Polonia y Alemania, en el centro desarrollado del País, cuyos nietos votan hoy en favor de partidos que proponen una sociedad mas cosmopolita, abierta a influencias extranjeras, individualistas, asi como votaron sus abuelos en su momento.
A su derecha, estan las listas compuestas por los descendientes de los inmigrantes históricos de Asia y Africa (Mizrahim) que no son Ortodoxos en su comportamiento diario, pero que sí son tradicionalistas, imbuidos de la Cultura Judía, y se ven a sí mismos como quienes representan al verdadero Judaismo, no universalista, y no encerrado entre cuatro paredes.
¿Que vemos entonces?
Que, a primera vista, el votante ISRAELÍ (Arabe-Judío- Religioso-Laico) tiene frente a sus ojos una serie diversa de partidos politicos, que le permiten «elegir» segun su voluntad… pero, en realidad, ese votante mismo esta «atado» por una serie de «lealtades» («nacionales»- «culturales»- «ideológicas»- «locales»-etc) que lo llevan, a fin de cuentas (salvo excepciones) a votar a favor de tal o cual partido, del mismo modo que votaron sus progenitores.
Resulta de ello, que si bien los políticos proclaman sus lemas, y los periodistas publican sus artículos, en definitiva un 5-6% de los votantes son aquellos quienes, al cambiar su voto actual en relacion a sus preferencias anteriores «coronan» o «destronan» a los Gobiernos. El resto se mantiene fiel a sus «tradiciones».
Por ello, a pesar de que en la realidad diaria existen corrientes políticas que se fortifican (y otras que se debilitan) el dia de las elecciones refleja mas las tradiciones electorales de lo previsto…
A PESAR DE ELLO…
Esta vez las elecciones tuvieron un resultado distinto… y por ello es importante analizar que hizo que una parte considerable del electorado se volcara más a la derecha…
En muchos artículos que analizan la sociedad ISRAELÍ no publicarán una frase como la siguiente… pero uno de los principales «culpables» del cambio electoral a favor de una concepción mas derechista es el comportamiento colectivo del electorado Árabe de ISRAEL.
Esta ultima frase necesita una explicación: la construccion de un ESTADO mayoritario JUDÍO en el cual vive una minoria significativa ÁRABE está basada en que, al tiempo que cada ciudadano ÁRABE tiene los mismos derechos que un ciudadano JUDÍO, la COMUNIDAD (el colectivo) ÁRABE acepta la condición inalterable de la frase anterior, pero no trata de organizarse en tal o cual forma «colectiva» que pueda implicar con el tiempo deseos de AUTONOMÍA CULTURAL o INDEPENDENCIA TERRITORIAL.
Esta ecuación fue válida durante unos 60 años, en los cuales las primeras generaciones de ÁRABES ISRAELÍES (si bien en desacuerdo) recibieron la validez de esa politica… y mantuvieron su vida Comunitaria en forma separada de la mayoria JUDÍA, en sus poblados, en los cuales hablan, comercian, y se desenvuelven por separado… con sus costumbres particularistas.
Pero la sociedad ISRAELIÍ es muy dinamica, y los varones ARABES ISRAELÍES trabajaban duramente en gran medida en la sociedad circundante (es decir la JUDÍA) y a fin del día laboral volvían a sus hogares en los poblados.
Cuando sus hijos crecieron, los padres los alentaron a comenzar a salir de las poblaciones ÁRABES para estudiar fuera de ellas en las Universidades, junto con la mayoria JUDÍA.
Allí aprendieron que existe una sociedad mas abierta… y exigieron para ellos mismos esos criterios… sólo que, para evitar la sensación INDIVIDUAL de «traición» a la minoría ÁRABE, tienen tendencia a exigir un trato COLECTIVO distinto (de igualdad) que, no sólo que la mayoría JUDÍA no está dispuesta a otorgar, sino que también «amenaza» la sensacion de seguridad COLECTIVA de esa mayoría.
Hace un año y medio, en ocasión de uno más de los encontronazos militares entre ISRAEL y GAZA, en ciudades en las cuales viven ambas Comunidades (JAFFA, LOD,RAMLA, ACRE) grupos de ÁRABES ISRAELÍES expresaron su apoyo a los PALESTINOS de GAZA cometiendo desmanes contra la población JUDÍA de esas ciudades, tanto a nivel material como físico, habiendo incluso fallecidos JUDÍOS por ello.
Poco antes, hubo elecciones (las anteriores) en ISRAEL, y los partidos políticos que representan a los ÁRABES ISRAELÍES consiguieron formar una lista conjunta que tuvo mucho apoyo en su Comunidad, y muchos votantes (incluso aquellos que generalmente no participan en las elecciones) les dieron su apoyo. Así consiguieron un numero elevado de miembros (15) en el Parlamento.
Uno de los partidos ÁRABES aprovechó el conocido empate electoral en ISRAEL para integrarse en el nuevo Gobierno. aprovechando la necesidad de cada uno de los lados de su participación para conseguir mayoría de miembros en el Parlamento. Pero, por supuesto, su participación estaba condicionada a que les fueran otorgados a los ÁRABES ISRAELÍES condiciones economicas mejoradas y otros beneficios.
El actual Gobierno de coalición no sólo aceptó esas condiciones sino que se abstuvo de actuar contra una serie de infracciones a la Ley que caracterizan el comportamiento de la poblacion ÁRABE, especialmente a nivel de construcción «pirata» de viviendas, y de «toma» de tierras que la población JUDÍA considera que no deben ser propiedad de los ÁRABES. La sensación entre los JUDÍOS era que existe una «falta de gobernanza» en relación a la población ÁRABE.
Todo ese proceso despertó en la mayoría JUDÍA deseos de «devolver a los ÁRABES a su tamaño natural», algo imposible de pensar teniendo en cuenta que el Gobierno actual (que dependía numéricamente de ese partido Árabe) continuara ejerciendo…
Pero la coalición gubernamental (que era «frágil») se disolvió, lo que llevo a elecciones. En las elecciones, la mayoría JUDÍA expresó con su voto lo que piensa sobre la situación, y votó a partidos mas «firmes» en su posición respecto al tema. El número de parlamentarios ÁRABES como consecuencia de las nuevas elecciones bajó a 10.
La juventud JUDÍA, que normalmente tiende a no estar demasiado involucrada en temas políticos, sintió que «les estan robando el País» y votó en consecuencia. Como quien se presentó como quien va a devolver la «gobernanza» fue la «extrema derecha», acabó votando a esos partidos.
Su voto, en alguna medida, representa una crítica a sus progenitores, que, en aras de una «politica correcta» permitieron que el tema tomara dimensiones que ponen en peligro, a forma de ver de los jovenes, la soberanía JUDÍA sobre el País.
Nacido en Argentina. Vive en Israel desde 1972. Casado… tres hijas… 8 nietos. Trabajó 30 años en la industria Química Israelí, hoy pensionado. Graduado en Sociología.
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