VILLAREJO, EL JEFE DE LAS CLOACAS DEL ESTADO, INTRODUJO TRES TOPOS EN MANOS LIMPIAS

Miguel Bernad.

Los manuscritos incautados a Villarejo, reflejan con detalle como tres abogados que colaboraron con Manos Limpias estaban coordinados con el Jefe de las Cloacas y actuaban siguiendo sus directrices.

Uno de los tres es la abogada y tertuliana Montse Suárez que en los procesos en que intervino en nombre de Manos Limpias (entre ellos, el asalto a la Capilla de la Complutense) Villarejo, le encargó, «anexionara» a AUSBANC con Manos Limpias, de esa manera posteriormente se podría incluir a Manos Limpias como organización criminal dedicada a la extorsión. Su pertinaz insistencia en hacerse cargo del juicio contra la Infanta, Cristina de Borbón, tratando de desbancar a Virginia López Negrete evidencia como el Jefe de las cloacas del Estado, quería controlar el procedimiento del Instituto Nóos.

Otro segundo abogado Ángel Francisco Pérez, se infiltró en MANOS LIMPIAS y ejerció de topo de Villarejo. Trabajó para Manos Limpias y AUSBANC y al mismo tiempo percibía una retribución mensual de Villarejo de 1.000€ al mes. Sus encuentros se desarrollaban en el Hotel Palace. Murió en extrañas circunstancias en un supuesto «suicidio» tras precipitarse desde un sexto piso.

Finalmente, el abogado Manuel Muñoz que asistió a Miguel Bernad durante la comparecencia ante el Juez Pedraz, se reunía con Villarejo mientras Miguel Bernad se encontraba en la cárcel de Navalcarnero.

Villarejo efectuó una investigación prospectiva de Miguel Bernad, de su familia y del Sindicato Manos Limpias, tratando de conexionarla con AUSBANC y así poder acusar de organización criminal dedicada a la extorsión.

En el juicio celebrado quedó acreditado que Manos Limpias no era ninguna organización criminal y fue absuelta incluso de su ilegalización como pedía la Fiscalía.

La sombra de Villajero como Jefe de las Cloacas del Estado, no solo controlaba las togas de los magistrados, también controlaba los abogados que trabajaron para Manos Limpias.

A pesar de todas estas actuaciones espureas y sin escrúpulos, no pudieron demostrar la comisión de delitos, pues el comportamiento de Miguel Bernad y Manos Limpias era totalmente transparente, sin el más mínimo atisbo de extorsión.

El respeto de la ley y a nuestro estado de derecho era el buque insignia de Miguel Bernad y Manos Limpias.

Fdo.: Miguel Bernad.